La pareja no quiere hablar de los problemas
Cuando su pareja está visiblemente disgustada, lo primero que tiene en mente son las distintas formas en que puede ayudarla a sentirse mejor. Sin embargo, esto puede resultar un poco complicado cuando su pareja, normalmente burbujeante, charlatana y cariñosa, se encierra en sí misma sin dar ninguna explicación de por qué, o peor aún, negando que algo vaya mal.
Tratar con una pareja disgustada y poco comunicativa puede ser muy desalentador. Como ha señalado la consejera profesional licenciada Kathryn Ely: “No puedes obligar a otra persona a comunicarse contigo si no está preparada para hacerlo”.
Para ayudarle a superar este reto, contaremos con la ayuda de expertos para examinar los posibles significados que se esconden tras la negativa de su pareja a compartir por qué puede estar disgustada. También estudiaremos las medidas que puedes tomar para mostrar apoyo a tu pareja o para conseguir que comparta lo que le puede estar molestando.
El compañero invalida mis sentimientos
La negación es un mecanismo psicológico de defensa contra el reconocimiento de “verdades incómodas” en la relación. Es posible que tú o tu pareja lo neguéis como forma de afrontar las circunstancias difíciles ocultando vuestros problemas, por ejemplo, eludiendo la responsabilidad de vuestra parte en el conflicto, afrontando pautas de comportamiento destructivas o contribuyendo a una ruptura de la comunicación. A pesar de que los problemas son evidentes, puede que te resulte más fácil pasarlos por alto que enfrentarte a ellos.
Por ejemplo, es posible que la pareja niegue cómo afrontar problemas como la falta de intimidad, la mala comunicación y las discusiones constantes. Puede que sean muy conscientes de los problemas, pero evitan tomar medidas para resolverlos. En lugar de hablar de sus preocupaciones con su pareja, siguen adelante a pesar de todo. Parece demasiado doloroso o embarazoso sacar las cosas a la luz sin caer en una confrontación abierta.
Puede que incluso enmascare sus emociones tras un barniz de cortesía y conformidad, complaciendo a la gente y sacrificando sus propias necesidades, en lugar de comunicar cómo se siente realmente. En lugar de hacer valer tus necesidades, puede que te aísles y te alejes del contacto porque temes ser juzgado o rechazado por las personas a las que quieres. O puede que te preocupe revelar defectos ocultos y vulnerabilidades de tu carácter, por lo que te escondes tras la seguridad de una falsa personalidad, cumpliendo tu papel de esposa, pareja, madre, cuidadora o proveedora, en lugar de ser tú misma. Poco a poco, tu sentido de la identidad se va erosionando hasta que te sientes perdida y poco valorada. Puede ocurrirle a ambas personas, pero parece que no estás dispuesta a reconocer el problema.
Señales de que una relación no durará
Estar en desacuerdo con la persona amada no es necesariamente malo. Lo que duele es no saber cómo solucionar los problemas de una relación. Los malentendidos entre tú y alguien a quien quieres pueden desencadenar algunas de las peores tensiones de tu vida.
Al principio tenemos mucha buena voluntad y menos historia emocional en juego. Por eso podemos ser amables y abiertos. Puede que no nos preocupemos por cómo solucionar los problemas de una relación. Toda esa buena voluntad puede hacer que los problemas de la relación parezcan fáciles de solucionar.
La percepción es propensa a errores, dice Tatkin. El tono o la mirada equivocados de nuestro marido, novio, novia o esposa pueden provocar indignación. Nos sentimos juzgados. Pero, ¿sabemos realmente lo que le pasa a nuestra pareja?
En un entorno familiar (como una relación), nuestro cerebro carga automáticamente nuestros últimos recuerdos, juicios y pensamientos a partir de la experiencia. Así evitamos empezar de cero para funcionar en nuestra vida diaria.
Si empezamos a pensar que nuestra pareja es “mala”, “estúpida” o que amenaza la seguridad de nuestra relación, es difícil ver a nuestra pareja como un amigo. Empezamos a ver a nuestra pareja como el enemigo, cuando en realidad es el patrón en el que estamos atrapados.
Señales de que tu pareja no te conviene
Usted quiere una relación feliz y satisfactoria, pero alguna vez ha pensado: mi marido deja de escuchar en cuanto empiezo a hablar; la cara de mi novio se queda en blanco cuando empiezo a hablar, o mi pareja se cierra en banda y no quiere hablar conmigo. Si siente que lo ha intentado todo, aprenda las respuestas a cómo comunicarse con un hombre que no se comunica.
La comunicación se produce cuando las personas envían o reciben información, pero en una relación, la comunicación es mucho más que un intercambio. La comunicación es una expresión de tus pensamientos, sentimientos e intenciones, y es vital para sentirte conectada con tu pareja.
Lo que dices y cómo escuchas son las claves de una relación sana. Cuando compartas tus pensamientos y sentimientos, puede que necesites tiempo para pensar lo que quieres decir para ser claro y conciso. Tu objetivo es que tu pareja te entienda y sea capaz de escuchar todo tu mensaje. Cuando su interlocutor está dispuesto a escuchar con compasión, curiosidad y franqueza, es más probable que usted se sienta escuchado y comprendido. Como oyente, puedes animar a tu interlocutor a hablar más libremente mostrándole interés, por ejemplo inclinándote hacia él o manteniendo el contacto visual.