Sólo está jugando conmigo

El contagio emocional es una forma de contagio social que implica la propagación espontánea de emociones y comportamientos relacionados[1][2]. Esta convergencia emocional puede producirse de una persona a otra o en un grupo más amplio. Las emociones pueden compartirse entre individuos de muchas maneras, tanto implícita como explícitamente. Por ejemplo, se ha comprobado que el razonamiento consciente, el análisis y la imaginación contribuyen a este fenómeno[3]. Este comportamiento se ha observado en humanos, otros primates, perros[4] y gallinas[5].

El contagio emocional es importante para las relaciones personales porque fomenta la sincronía emocional entre los individuos. Una definición más amplia del fenómeno sugerida por Schoenewolf es “un proceso en el que una persona o grupo influye en las emociones o el comportamiento de otra persona o grupo mediante la inducción consciente o inconsciente de estados emocionales y actitudes conductuales”[6] Una opinión desarrollada por Elaine Hatfield, et al, es que esto puede hacerse a través de la mímica automática y la sincronización de las expresiones, vocalizaciones, posturas y movimientos propios con los de otra persona[3]. Cuando las personas reflejan inconscientemente las expresiones de emoción de sus compañeros, llegan a sentir reflejos de las emociones de esos compañeros[3].

¿Cómo llamas a alguien que juega con los sentimientos de los demás?

Se dice que una persona que se dedica habitualmente a la manipulación emocional es maquiavélica. Este término procede de Nicolás Maquiavelo, autor de un libro del siglo XVI titulado El Príncipe, que aboga por que los líderes políticos utilicen tácticas manipuladoras.

¿Qué significa jugar con los sentimientos de alguien?

phrasal verb con play verb. /pleɪ/ us. /pleɪ/ Si juegas con/sobre los sentimientos de alguien, fomentas y haces un uso injusto de estos sentimientos para darte una ventaja: odio las estrategias de marketing que juegan con los miedos y prejuicios de la gente.

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¿Qué hacer cuando alguien juega con tus sentimientos?

Así que a partir de ahora, si juega con tus sentimientos, sólo tienes que sobreponerte e ignorarlo. Pon espacio entre vosotros. No le busques, no contactes con él, no intentes llamar su atención. Hay que poner límites haciéndole saber que su comportamiento negativo no va a obtener una reacción por tu parte.

Jugar con los sentimientos

La empatía es un concepto amplio que se refiere a las reacciones cognitivas y emocionales de un individuo ante las experiencias observadas de otro. Tener empatía aumenta la probabilidad de ayudar a los demás y mostrar compasión. Según el Greater Good Science Center, un instituto de investigación que estudia la psicología, la sociología y la neurociencia del bienestar, “la empatía es uno de los pilares de la moralidad: para que las personas sigan la Regla de Oro, es útil que puedan ponerse en el lugar de otra persona”. “También es un ingrediente clave del éxito en las relaciones, porque nos ayuda a comprender las perspectivas, necesidades e intenciones de los demás”.

Aunque puedan parecer similares, existe una clara distinción entre empatía y simpatía. Según Hodges y Myers en la Enciclopedia de Psicología Social, “La empatía se define a menudo como la comprensión de la experiencia de otra persona imaginándose a uno mismo en la situación de esa otra persona: Uno comprende la experiencia de la otra persona como si la estuviera experimentando uno mismo, pero sin experimentarla realmente. Se mantiene una distinción entre el yo y el otro. La simpatía, por el contrario, implica la experiencia de conmoverse o responder en sintonía con otra persona”.

Una persona que juega con las emociones se llama

El término “empatía” se utiliza para describir una amplia gama de experiencias. Los investigadores de las emociones suelen definir la empatía como la capacidad de percibir las emociones de otras personas, unida a la capacidad de imaginar lo que otra persona puede estar pensando o sintiendo.

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Los investigadores contemporáneos suelen diferenciar dos tipos de empatía: la “empatía afectiva” se refiere a las sensaciones y sentimientos que tenemos en respuesta a las emociones de los demás; esto puede incluir reflejar lo que esa persona está sintiendo, o simplemente sentirnos estresados cuando detectamos el miedo o la ansiedad de otra persona. La “empatía cognitiva”, a veces denominada “toma de perspectiva”, se refiere a nuestra capacidad para identificar y comprender las emociones de otras personas. Los estudios sugieren que las personas con trastornos del espectro autista tienen dificultades para empatizar.

La empatía parece tener raíces profundas en nuestros cerebros y cuerpos, y en nuestra historia evolutiva. Se han observado formas elementales de empatía en nuestros parientes primates, en perros e incluso en ratas. La empatía se ha asociado a dos vías diferentes en el cerebro, y los científicos han especulado con la posibilidad de que algunos aspectos de la empatía se deban a las neuronas espejo, células del cerebro que se activan cuando observamos a otra persona realizar una acción del mismo modo que se activarían si la realizáramos nosotros mismos. La investigación también ha descubierto pruebas de una base genética de la empatía, aunque los estudios sugieren que las personas pueden potenciar (o restringir) sus capacidades empáticas naturales.

Jugar con las emociones de los demás

Según el Instituto Nacional de Salud Mental, las tasas de suicidio han aumentado de forma constante en Estados Unidos entre 2000 y 2016. Con el aumento de las tasas de suicidio, es vital analizar los comportamientos que ayudan a reducir el riesgo de intentos de suicidio y de muerte por suicidio.

Los estudios han demostrado que la forma en que nos relacionamos con las personas en riesgo de suicidio es vital para la planificación de la prevención del suicidio. Los profesionales de la salud mental destacan la importancia de una respuesta empática cuando se trata con una persona en crisis. Sin embargo, muchas personas no están seguras de lo que eso significa. La mayoría de las personas no trabajan en salud mental y simplemente intentan ayudar a un amigo o a un ser querido.

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Cuando hablamos de apoyar a una persona en momentos difíciles, a veces utilizamos indistintamente las palabras “simpatía” y “empatía”. Los terapeutas han determinado que estas dos palabras no sólo tienen significados muy diferentes, sino que la forma en que mostramos “simpatía” o “empatía” es muy distinta. Exploremos las diferencias entre empatía y simpatía y discutamos qué hace que la empatía sea un mejor comportamiento para relacionarse con alguien que está luchando.

Por Anna

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