Ser la otra mujer

Si estás intentando averiguar si tu hombre te echa de menos a ti o a su amante, en este post te lo explicamos todo. Repasaremos algunos de los signos y señales del lenguaje corporal que pueden ayudarte a hacerte una idea de lo que está pensando.

Cada hombre experimenta emociones diferentes y tiene motivaciones distintas para involucrarse en una aventura. Algunos hombres pueden sentirse culpables por traicionar a sus esposas y pueden echar de menos la excitación y la pasión que sentían con su amante. Otros hombres pueden sentirse más aliviados de estar fuera de la aventura y puede que no echen de menos a la amante en absoluto. Sin embargo, otros hombres pueden echar de menos la conexión emocional que tenían con su amante aunque estén felices de estar casados.

En última instancia, depende de cada hombre decidir si echa o no de menos a su amante después de casarse. Dicho esto, a continuación se enumeran algunos signos reveladores que pueden ayudarle a responder a esta pregunta.

Si su pareja de repente empieza a trabajar más horas y nunca está en casa, podría ser una señal de que echa de menos a sus amantes. Puede que esté intentando distanciarse emocionalmente de ti o que simplemente intente evitarte. En cualquier caso, no es una buena señal para su relación. Si te preocupa su paradero y por qué nunca está en casa, deberías hablar con él al respecto.

Psicología de salir con un hombre casado

Por mucho que la gente desprecie a la “otra mujer” o al “otro hombre”, están ahí por una razón. La historia sugiere que los hombres poderosos tienden a reunir a un gran número de mujeres y, como todos sabemos, la historia puede repetirse. Los tiempos modernos no escapan a la existencia de amantes.

Un estudio descubrió que la gente se fija en los demás a la hora de decidir quién es atractivo. Por ejemplo, los resultados mostraron que las mujeres solteras se sentían más atraídas por las fotografías de hombres que decían tener “pareja”.

Tener una esposa al lado da la impresión de que uno es capaz de asumir compromisos importantes. El compromiso, definido como un estado de dedicación o fidelidad a algo, es una cualidad realmente atractiva. Un matrimonio significa compromiso porque requiere mucha paciencia, atención y dinero.

Algunos hemos nacido para buscar emociones. Y salir a escondidas con tu amante tiene sus emociones. El acto sexual en sí puede resultar más libidinoso al estar prohibido. Además, mantener relaciones sexuales en la cama de un hombre o una mujer casados puede suponer una excitante y atrevida emoción llena de pasión y lujuria.

Qué clase de mujer se acuesta con un hombre casado

Vivimos en un mundo real, y podemos patalear y gritar todo lo que queramos sobre no querer que las mujeres nos roben a nuestros maridos, pero creo que la idea más inteligente sería simplemente ser más conscientes de por qué las mujeres eligen a los hombres casados (y por qué algunos hombres casados mantienen a las mujeres a su lado) en primer lugar.

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Si la mujer es superguapa, otras mujeres quieren saber más sobre el misterio de por qué eligió al marido que eligió (porque las mujeres guapas tienen más opciones, así que el marido que eligen debe ser extra valioso).

Esta sensación de misterio es excitante para algunas mujeres. Por no mencionar que, cuando posees valor en tu vida (o cuando tu comportamiento y acciones parecen ser de valor)… rápidamente habrá una fila de imitadores detrás de ti.

(La promesa de este curso es que consigas que el hombre que elijas se enamore de ti y te suplique que seas su única mujer encarnando estos 5 secretos femeninos, aunque él se haya mostrado distante, evasivo o haya perdido el interés…).

Realidad de salir con un hombre casado

Las mujeres interesadas en un hombre casado pueden estar sufriendo el síndrome de Fortunata. En el ámbito de la psicología, se trata de un tipo de dependencia emocional que desarrollan muchas mujeres en lo que se refiere a sus gustos amorosos.

Su origen se remonta al escritor español Benito Pérez Galdós. En una de sus novelas, conocida como “Fortunata y Jacinta”, la protagonista sufría este mismo problema. Es decir, Fortunata creía que debía quitarles los maridos a las demás. Sufría un problema que la incitaba a intervenir en las relaciones ajenas.

Más concretamente, se trata de un patrón de conducta que hace que se sientan atraídas por hombres casados. Es decir, las mujeres que lo padecen se interesan constantemente por hombres que están con otras mujeres. Esta situación no es “amor verdadero”, sino una obsesión que explica problemas internos.

En otras palabras, el síndrome de Fortunata es una de las explicaciones de las mujeres que tienen baja autoestima. Las mujeres que sufren este tipo de dependencia suelen seducir a hombres casados. ¿El objetivo? Sentirse relevantes, porque son capaces de “romper una pareja”, pero esto tiene una connotación más profunda.