Control por miedo

El miedo es una emoción humana natural, poderosa y primitiva. Según la investigación psicológica, implica una respuesta bioquímica universal y una elevada respuesta emocional individual. El miedo nos alerta de la presencia de un peligro o de la amenaza de un daño, ya sea físico o psicológico.

A veces el miedo proviene de amenazas reales, pero también puede originarse en peligros imaginarios. Aunque el miedo es una respuesta natural a algunas situaciones, también puede provocar angustia y trastornos cuando es extremo o desproporcionado con respecto a la amenaza real.

El miedo es una emoción natural y un mecanismo de supervivencia. Cuando nos enfrentamos a una amenaza percibida, nuestro cuerpo responde de formas específicas. Las reacciones físicas al miedo incluyen sudoración, aumento del ritmo cardíaco y altos niveles de adrenalina que nos hacen estar extremadamente alerta.

 

¿Cómo controla el miedo?

El pánico emocional que acompaña al miedo en realidad apaga el córtex prefrontal, o la parte de pensamiento racional, de nuestro cerebro. En otras palabras, cuando nos consume el miedo, dejamos de pensar. Un pueblo que deja de pensar por sí mismo es un pueblo fácil de dirigir, manipular y controlar.

¿Qué significa control del miedo?

Cuando la motivación de una persona es el control del peligro, piensa conscientemente en el peligro y en las formas de evitar la amenaza (motivación de protección). En cambio, los procesos de control del miedo se centran en controlar las preocupaciones internas (como las emociones y las respuestas fisiológicas).

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Cultura del miedo

El miedo vuelve estúpida a la gente, la confunde, la distrae con noticias y entretenimientos sin sentido, la enfrenta convirtiendo pequeños desacuerdos en grandes escaramuzas y la ata en nudos en torno a asuntos que carecen de importancia nacional. De este modo, nunca llegarán a un consenso sobre nada y estarán demasiado distraídos para darse cuenta de que el estado policial se acerca a ellos hasta que caiga el aplastante telón final.

Así es como los pueblos libres se esclavizan a sí mismos y permiten que los tiranos prevalezcan. Este esquema maquiavélico ha atrapado tanto a la nación que pocos estadounidenses se dan cuenta de que están siendo manipulados para adoptar una mentalidad de “nosotros” contra “ellos”. En lugar de ello, alimentados por el miedo y la aversión a oponentes fantasmas, aceptan invertir millones de dólares y recursos en elecciones políticas, policía militarizada, tecnología de espionaje y guerras interminables, esperando una garantía de seguridad que nunca llega.

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Cómo se utiliza el miedo para manipular

El miedo es una de las emociones humanas más poderosas. Aunque es muy útil en situaciones en las que existe la amenaza de un daño inmediato, es la más debilitante y peligrosa de las emociones cuando se presenta innecesariamente.

Los seres humanos, especialmente desde la Revolución Industrial, se han ido protegiendo cada vez más de los peligros a los que se enfrentaban nuestros antepasados en relación con el mundo natural. Pero a medida que el miedo de la humanidad a la naturaleza y a los elementos ha ido disminuyendo, en su lugar muchos otros miedos han venido a llenar el vacío. Algunos de estos miedos han surgido en respuesta a amenazas reales, pero muchos han sido en respuesta a cosas imaginadas.

Si bien algunos de estos miedos imaginarios son obra de uno mismo, muchos son consecuencia de relatos creados por quienes ocupan posiciones de poder. Los individuos que buscan aprovecharse de los demás y manipularlos se han dado cuenta desde hace tiempo del poder del miedo.    Cuando una persona está atenazada por el miedo a una amenaza, real o imaginaria, sus capacidades racionales y cognitivas superiores se desconectan, lo que la hace fácilmente manipulable por cualquiera que le prometa seguridad frente a la amenaza.

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Por Anna

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