Cómo rechazar educadamente una petición
Muchas personas dudan en decir que no, incluso cuando están estresadas, sobrecargadas de trabajo y demasiado ocupadas para ocuparse de otra cosa. Si a usted le cuesta, no es el único. Pero es importante aprender a decir que no a la gente y a sus peticiones. Ser incapaz de hacerlo puede contribuir a aumentar el estrés, que a la larga puede convertirse en resentimiento.
Afortunadamente, puedes aprender a decir que no a la gente sin herir susceptibilidades ni deteriorar tus relaciones. Este artículo analiza algunas estrategias que puede utilizar para establecer límites, proteger su tiempo personal y decir no más a menudo.
Una forma importante de reducir tu agenda es aprender a decir que no a nuevos compromisos. Entonces, ¿por qué puede ser tan difícil el simple hecho de no asumir más de lo que puedes manejar? Las experiencias pasadas y el miedo al futuro pueden influir.
Formas divertidas de decir que no
A muchas personas les cuesta decir que no a los amigos o en el trabajo cuando les encargan tareas adicionales porque nos gusta agradar y que nos vean como capaces. Pero si tienes demasiadas exigencias y no dispones de más capacidad, debes decir que no.
Intenta no sentirte culpable porque significa que otra persona puede dedicar a la tarea la cantidad de tiempo y atención adecuados. La asertividad puede utilizarse de diversas maneras para decir “no” con confianza y de forma razonable.
A medida que creces, tus experiencias te enseñan que no siempre puedes rechazar peticiones. Puedes acabar teniendo creencias poco útiles sobre decir “no” que aumenten la dificultad para decirlo. Por ejemplo, puedes pensar que decir “no”:
El conocido empresario y experto en presentaciones Kenny Nguyen habla apasionadamente del poder inherente a decir “no”. Director general de Big Fish Presentations, Kenny habla de cómo el “no” le ha afectado personal y profesionalmente, pero, lo que es más importante, de cómo puede prepararle a uno para el momento perfecto de decir que sí.
Cuando te piden que hagas algo que no quieres o que no puedes hacer, simplemente dices “no”, por ejemplo: “No puedo hacer eso”. El objetivo es decir “no” sin sentir que tienes que disculparte. Es responsabilidad de la otra persona, así que no sientas que tienes que asumirla tú.
Una forma educada de decir que sí
Decir que no puede ser muy difícil, sobre todo si tienes la sensación de ser una persona muy complaciente. Puede que un amigo te pida un favor o que un compañero de trabajo te pida que cubras su turno por la tarde. ¿Cómo puedes defender tu postura educadamente sin sentirte culpable o, peor aún, sin sentirte obligado a hacer algo? No se preocupe. Hemos reunido un montón de consejos y trucos que te ayudarán a mantenerte firme en el futuro y a decir “no” de forma amable sin ser grosero.
“¡He dicho que no! Estoy muy orgullosa de mí misma y de cómo he dicho que no, me ha costado mucho esfuerzo y palabras pero ha podido salir de mi boca y estoy muy orgullosa de mí misma. Gracias por vuestra ayuda chicos, realmente me hicisteis decir que no y ser realmente dura.”…” más
Cómo decir no
Independientemente de los motivos, aprender a decir no es una habilidad importante para la salud y el bienestar personal. Nuestro tiempo y energía son recursos preciosos que debemos utilizar sabiamente. Y eso significa que no podemos hacerlo todo.
Para algunos adultos, la incapacidad de decir no proviene de la infancia. Desde pequeños, a los niños se les enseña a ser educados y comunicativos. Si un padre o un profesor pedía a un niño que hiciera algo, decir que no se interpretaba como una forma de respuesta. En algunos casos, negarse a un adulto significaba un castigo o un refuerzo negativo.
Sin embargo, esto puede causar problemas de comunicación y autoafirmación. Ser educados en la creencia de que decir no es malo dificulta que los niños comuniquen sus preferencias. Para algunos, esta incapacidad para hablar por sí mismos continúa en la edad adulta.
Debido a estos sentimientos, evitas decir que no a los demás. Temes que piensen que eres incapaz de desempeñar tus funciones y responsabilidades. También puede resultarle difícil decirse que no a sí mismo. Sientes constantemente que tienes que decir que sí para demostrarte a ti mismo que puedes hacer tu trabajo.