Cómo afrontar la ambivalencia
¿Te encuentras a menudo entre “me quedo o me voy”? Esto es lo que entiendo por ambivalencia en una relación. La ambivalencia y la confusión son estados temporales habituales en las relaciones de pareja. La ambivalencia se da en las relaciones íntimas cuando hay emociones y deseos opuestos hacia la otra persona. Esto crea una incertidumbre sobre el deseo de mantener la relación. Afecta a ambos miembros de la pareja a pesar de que sólo pueda emanar de uno de ellos. Tu ambivalencia te hace sentir tironeado en dos direcciones diferentes simultáneamente. O vas y vienes de un sentimiento a otro. En la raíz de la ambivalencia están los problemas de conexión, intimidad y separación. (Las relaciones biculturales añaden aún más complejidad a esta cuestión: ¿me voy a casa?; ¿quiero pasar el resto de mi vida aquí?).
Aunque la ambivalencia es una emoción normal y todos la experimentamos en un grado u otro. Los problemas surgen cuando funcionas bajo la creencia de que sólo debe haber un estado de ánimo en tu relación. Ya no hay espacio para los “matices de gris”. La ambivalencia se caracteriza por un patrón de pensamiento de “todo o nada” o “blanco o negro”. Muchos de nosotros tendemos a dividir nuestras experiencias en polaridades: bueno/malo, correcto/incorrecto, amor/odio o alegría/tristeza. Pero esta rigidez de los patrones de pensamiento, que exigen elegir entre dos extremos, crea una tensión entre las dos posiciones que resulta muy incómoda. Los dos extremos representan dos diálogos internos. Nos enfrentamos constantemente a lo opuesto de nuestra experiencia (aunque sólo sea de forma inconsciente). La ambivalencia se produce cuando nos quedamos atrapados entre esas dos polaridades y somos incapaces de reconciliarlas. Sentarse en el espacio de querer dos cosas por igual y, sin embargo, no estar seguro de cuál es el siguiente paso correcto, produce estrés y distancia en la relación. Sentirse ambivalente en una relación es muy desestabilizador. Esto se debe a que la ambivalencia empuja al individuo y a la relación en direcciones diferentes, lo que genera una atmósfera de incertidumbre e imprevisibilidad que crea inestabilidad entre los miembros de la pareja.
Emociones
Es doloroso luchar con la ambivalencia de estar atrapado entre el “sí” y el “no”. En algunos momentos, la respuesta parece tan clara: no puedes vivir sin tu pareja. Y en otros momentos, sientes una duda persistente en el cuerpo, los defectos de tu pareja parecen abrumadores, sabes que hay algo mejor para ti. Peor aún, en algunos casos puedes sentir estas emociones diametrales exactamente al mismo tiempo.
Nuestros sentimientos hacia nuestras parejas fluctúan -eso es natural y normal, y puedes esperarlo-, pero fuera de cierto rango, las fluctuaciones emocionales pueden resultar más problemáticas. No existe una respuesta única para resolver la ambivalencia, por muy útil que sea, pero espero ofrecerte un contexto para que tu experiencia te ayude a encontrar tu camino hacia la verdad.
El amor es complicado, sobre todo porque tu amante alberga muchas proyecciones de las experiencias que viven dentro de ti. En otras palabras, toda la historia de tu vida constituye la lente a través de la cual ves el mundo. Lo que ves es una combinación de lo que ocurre objetivamente fuera de ti y la forma subjetiva en que tú lo interpretas. ¿Te sientes confundido cuando sientes repulsión por la misma pareja por la que sueles sentirte atraído? Es cierto que unos días la gente se ve mejor que otros, pero más allá de esto, también podrías preguntarte si has empezado a proyectarte en tu pareja. ¿Quizás ella se convirtió en tu madre sofocante? ¿Quizás él se convirtió en tu padre ausente? Toda esta complejidad significa que puedes sentirte imposiblemente feliz, y luego pueden llegar las nubes, y luego puede volver a salir el sol, y así sucesivamente.
Intervenciones basadas en la atención plena
Es doloroso luchar con la ambivalencia de estar atrapado entre el “sí” y el “no”. En algunos momentos, la respuesta parece tan clara: no puedes vivir sin tu pareja. Y en otros momentos, sientes una duda persistente en el cuerpo, los defectos de tu pareja parecen abrumadores, sabes que hay algo mejor para ti. Peor aún, en algunos casos puedes sentir estas emociones diametrales exactamente al mismo tiempo.
Nuestros sentimientos hacia nuestras parejas fluctúan -eso es natural y normal, y puedes esperarlo-, pero fuera de cierto rango, las fluctuaciones emocionales pueden resultar más problemáticas. No existe una respuesta única para resolver la ambivalencia, por muy útil que sea, pero espero ofrecerte un contexto para que tu experiencia te ayude a encontrar tu camino hacia la verdad.
El amor es complicado, sobre todo porque tu amante alberga muchas proyecciones de las experiencias que viven dentro de ti. En otras palabras, toda la historia de tu vida constituye la lente a través de la cual ves el mundo. Lo que ves es una combinación de lo que ocurre objetivamente fuera de ti y la forma subjetiva en que tú lo interpretas. ¿Te sientes confundido cuando sientes repulsión por la misma pareja por la que sueles sentirte atraído? Es cierto que unos días la gente se ve mejor que otros, pero más allá de esto, también podrías preguntarte si has empezado a proyectarte en tu pareja. ¿Quizás ella se convirtió en tu madre sofocante? ¿Quizás él se convirtió en tu padre ausente? Toda esta complejidad significa que puedes sentirte imposiblemente feliz, y luego pueden llegar las nubes, y luego puede volver a salir el sol, y así sucesivamente.
Ambivalencia afectiva en la pareja 2021
La ambivalencia emocional es la experiencia simultánea de emociones positivas y negativas sobre algo. Es lo que llamamos estar “desgarrado”. A medida que las organizaciones desarrollan formas de trabajar que tienen más en cuenta las necesidades colectivas de nuestra sociedad, es fundamental que los líderes adapten y hagan evolucionar las expectativas, las estructuras y los sistemas de recompensa de forma que apoyen las vidas emocionales cada vez más complejas de los empleados. Basándose en las conclusiones colectivas de sus investigaciones previas y en curso, los autores ofrecen seis lecciones críticas de liderazgo para construir culturas y estructuras que fomenten la ambivalencia emocional y aprovechen sus beneficios a medida que establecemos una “nueva normalidad” en la segunda mitad de 2021.
Pero los sentimientos internos de los empleados no siempre coinciden con lo que comparten con los demás. A menudo, las personas dudan en compartir sus emociones ambivalentes con los compañeros, por miedo a empañar el ambiente o a parecer emocionalmente vulnerables, como si no lo tuvieran todo controlado. Por desgracia, estos temores no son del todo injustificados. En situaciones competitivas, la gente suele valorar la decisión y la asertividad. Compartir la ambivalencia emocional puede indicar lo contrario y llevar a otros a aprovecharse. Muchos líderes creen que ser positivo es el mejor enfoque y el más seguro para expresar las emociones en el trabajo. La felicidad transmite confianza y competencia, y a la gente le gusta estar rodeada de personas positivas y felices.
