¿Soy arrogante?
Confiado o arrogante
Una persona arrogante también puede presumir mucho de sí misma. Esto se debe a que se cree increíble. A la gente le suele molestar este tipo de comportamiento, por lo que una persona arrogante puede no tener muchos amigos de verdad.
Subirse a un ring de boxeo sin practicar es arrogante porque demuestra una falta de respeto por el deporte o los competidores. Hay que ser muy arrogante para pensar que se puede ganar sin siquiera practicar.
Un buen boxeador conocerá las combinaciones correctas de movimientos, tendrá una defensa y un ataque fuertes y habrá estudiado a sus oponentes. Sin hacer estos preparativos básicos, probablemente perderá. Sería arrogante pensar lo contrario.
Así que, si una persona ignora a los expertos y asume que sabe más, probablemente sea demasiado arrogante para su propio bien. Da por sentado que sus limitados conocimientos son más importantes y valiosos que la profundidad de los conocimientos del experto.
Por ejemplo, puedes ver a una persona que se dirige a la primera fila para mantener una conversación cara a cara con el miembro del personal que está al frente. Puede intentar convencer al empleado para que le deje pasar al frente o explicarle que no necesita esperar en la cola porque es rico, famoso o mejor que los demás.
Arrogancia en las personas
Hace unos años, entrevisté a una joven para un puesto en nuestra empresa. Durante la entrevista, empecé a explicarle las oportunidades de ascenso. Antes de que terminara, me interrumpió para decirme: “¡El único puesto que quiero es el tuyo!”.
Otros podrían ver ese comportamiento como un exceso de confianza, un rasgo más deseable. Pero hay una delgada línea entre la arrogancia y la confianza, y puede ser difícil distinguirlas, sobre todo porque en muchas culturas occidentales fomentamos y premiamos la autopromoción como la clave del éxito.
En primer lugar, las personas arrogantes suelen creer que no tienen nada que aprender de los demás, por lo que actúan como sabelotodos. Luchan con uñas y dientes para tener razón y demostrar que los demás están equivocados. Como resultado, no escuchan las opiniones de los demás.
A los arrogantes también les gusta hablar de sí mismos. Mucho. Alardean de sus logros, habilidades y capacidades, y a menudo ignoran a los que les rodean. En las reuniones, por ejemplo, las personas arrogantes suelen buscar el centro de atención. Consciente o inconscientemente, hacen que los demás se sientan menos importantes. Pueden utilizar un lenguaje condescendiente, hablar por encima de los demás o mostrar un lenguaje corporal que denota falta de interés por los demás.
¿La arrogancia es buena?
La arrogancia puede definirse como el rasgo de la personalidad por el que una persona tiene un sentido de la propia valía odiosamente elevado. Una persona arrogante es la que actúa como si fuera superior, más digna y más importante que los demás. Por lo tanto, tienden a faltar al respeto y a menospreciar a los demás.
Debes saber que el hecho de que hayas hecho algo grande no significa que seas un superhombre. Tú también tienes puntos débiles y lo sabes. Sepa que los demás no son menos dignos sólo porque nunca hicieron lo que usted pudo hacer.
Del mismo modo que hacer algo notable puede llevar a la arrogancia, no hacer nada notable también puede llevar a la arrogancia. Estoy seguro de que habrás oído esta frase alguna vez: “No ha conseguido nada. ¿Por qué es tan arrogante?”. Esto demuestra que muchas personas arrogantes son también personas que no han conseguido nada.
En este caso, la arrogancia surge de la necesidad de parecer más digno de lo que uno es para ganarse la aceptación de la gente. Si alguien tiene poca autoestima, en lugar de construir su autoestima de la manera correcta a través de los logros, un camino mucho más fácil es parecer arrogante.