Ganas de nada: anhedonia

La mayoría de nosotros podemos identificarnos con ese deseo ocasional de cancelar un plan de sábado por la noche en lugar de quedarnos en casa para acurrucarnos en el sofá y darnos un atracón de dulces o palomitas. O la falta de motivación para preparar la cena, aunque hayas planeado tu comida casera favorita. Pero a veces, este estado de ánimo se vuelve más problemático, y puede ser difícil saber por qué ya no disfrutas de las cosas como antes. Entonces, ¿qué se puede hacer si se siente aburrido cuando realiza actividades que antes le gustaban?

La pérdida o disminución de la capacidad de sentir placer por las cosas que antes nos gustaban tiene un nombre: anhedonia. Aunque la anhedonia parece imitar el aburrimiento, se diferencia en que suele ir acompañada de una pérdida de motivación para intentar hacer cosas. Una persona con anhedonia siente que no tiene sentido intentar nada porque ya nada le gusta.

No me apetece hacer nada

Todo el mundo puede sentirse desmotivado a veces. De vez en cuando, puede que te sientas cansado, apático, irritable o desinteresado por hacer cosas que normalmente te gustan. Si estos sentimientos persisten, puede indicar que necesita ayuda en salud mental.

Para la mayoría de las personas, la sensación de no querer hacer nada es sólo temporal. Puedes pasar por periodos en los que no te apetezca salir de casa o no te interese relacionarte con otras personas. Estos sentimientos pueden deberse al estrés o a otros acontecimientos de la vida, como un duelo o un divorcio.

Sin embargo, si la sensación de no querer hacer nada se vuelve persistente, esto podría sugerir que necesita ayuda adicional. La falta de motivación durante un periodo de tiempo prolongado puede indicar que padeces una enfermedad mental subyacente. Por ejemplo, existe una clara relación entre la depresión y la motivación, y no querer hacer nada también puede ser un síntoma de trastornos como la ansiedad, el trastorno bipolar y las fobias.

No quiero hacer nada

¿Cuántos días te levantas sintiéndote como un hámster en una rueda? Te lavas los dientes, te duchas, te tomas el café, vas a trabajar, vuelves a casa, cenas, ves la televisión, te acuestas, y aclaras y repites.

¿Te has preguntado alguna vez qué hacer esos días en los que sientes que no puedes más? ¿Los días en los que la vida parece no tener sentido? Sigues adelante, pero siempre hay un pozo vacío en algún lugar de tu alma que nunca parece llenarse.

Parece que, por mucho que lo intentes, acabas en el mismo sitio, en la misma posición, teniendo que empezar de nuevo, y tu incapacidad para cambiar tus desordenados patrones emocionales empieza a cobrarte un precio insoportable.

Tal vez el dolor se ha vuelto intolerable y, en lugar de desaparecer, ha seguido carcomiendo tu paz mental poco a poco. Pero, entonces, amanece otro día y sigues aquí y vives para volver a empezar.

Esto puede ser un período puntual por el que todos pasamos. Si el período se alarga, consulta con un profesional.