Bostezo atascado
En el instituto, un amigo y yo solíamos pasar por delante de nuestra clase de geometría y bostezábamos ruidosamente, mientras el otro contaba cuántos bostezaban en respuesta. Ganaba el que más bostezaba. Buenos tiempos.
Newberg y Waldman (www.psychologytoday.com/experts/andrew-newberg-md-and-mark-waldman ) describen el bostezo como “uno de los secretos mejor guardados de la neurociencia” tanto para la relajación como para el aumento de la conciencia cognitiva. Te ayuda a mantener la concentración, a ser más introspectivo y consciente de ti mismo.
Así que sal ahí fuera y bosteza. Quizá tú y un amigo podáis empezar un concurso. Si lo haces, haz como si estuvieras tirando un trozo de basura al frente de la sala y haz movimientos de estiramiento exagerados. Siempre funciona.
Bostezo significado espiritual
Se puede saber mucho de una persona por su cuerpo. Y no me refiero sólo a cuántas horas pasa en el gimnasio o a lo fácil que le resulta librarse de las multas por exceso de velocidad. Durante las últimas décadas, los investigadores han estudiado la forma en que el cuerpo revela las propiedades de la mente. Un importante subgrupo de este trabajo ha llevado esta idea un paso más allá: ¿las formas en que nuestros cuerpos se relacionan entre sí nos hablan de las formas en que nuestras mentes se relacionan entre sí? Pensemos en el mimetismo conductual. Muchos estudios han descubierto que imitamos con bastante facilidad el comportamiento no verbal de las personas con las que interactuamos. Además, el grado en que imitamos a los demás se predice tanto por nuestros rasgos de personalidad como por nuestra relación con quienes nos rodean. En resumen, cuanto más empáticos somos, más imitamos, y cuanto más nos gustan las personas con las que interactuamos, más imitamos. La relación entre nuestros cuerpos revela algo sobre la relación entre nuestras mentes.
La mayor parte de esta investigación ha recurrido a ingeniosas manipulaciones experimentales con actores ayudantes de investigación. El actor cruza las piernas y espera a ver si el participante también las cruza. Si es así, hemos encontrado mimetismo, y ahora podemos comparar la presencia de mimetismo con autoinformes de, por ejemplo, agrado y cercanía interpersonal para ver si existe una relación. Sin embargo, ha sido mucho más difícil encontrar pruebas más naturalistas de este fenómeno. Es decir, ¿hasta qué punto observamos este tipo de interacción no verbal en el mundo real y hasta qué punto revela las mismas propiedades de las mentes que parecen ser ciertas en el laboratorio?
Cómo dejar de bostezar
Todo el mundo bosteza, desde los bebés aún no nacidos hasta el bisabuelo más anciano. Los animales también lo hacen. Pero, ¿por qué bostezan exactamente las personas y los animales? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero hay muchas teorías (ideas) sobre por qué bostezamos.
Una de ellas es que, cuando estamos aburridos o cansados, no respiramos tan profundamente como de costumbre. Según esta teoría, nuestro cuerpo absorbe menos oxígeno porque nuestra respiración se ha ralentizado. Por lo tanto, bostezar nos ayuda a llevar más oxígeno a la sangre y a expulsar más dióxido de carbono.
Bostezar, pues, sería un reflejo involuntario (algo que realmente no podemos controlar) para ayudarnos a controlar nuestros niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Suena bien, pero otros estudios han demostrado que respirar más oxígeno no disminuye los bostezos. Del mismo modo, respirar más dióxido de carbono no aumenta el bostezo. Hmmm. ¿Y ahora qué?
Otras personas creen que el bostezo es un reflejo protector para redistribuir la sustancia aceitosa llamada surfactante que ayuda a mantener los pulmones lubricados por dentro y evita que se colapsen. Así que, si no bostezáramos, según esta teoría, respirar profundamente sería cada vez más difícil, ¡y eso no sería bueno!
Disnea suspiratoria
Se puede saber mucho de una persona por su cuerpo. Y no me refiero sólo a cuántas horas pasa en el gimnasio o lo fácil que le resulta librarse de las multas por exceso de velocidad. Durante las últimas décadas, los investigadores han estudiado la forma en que el cuerpo revela las propiedades de la mente. Un importante subgrupo de este trabajo ha llevado esta idea un paso más allá: ¿las formas en que nuestros cuerpos se relacionan entre sí nos hablan de las formas en que nuestras mentes se relacionan entre sí? Pensemos en el mimetismo conductual. Muchos estudios han descubierto que imitamos con bastante facilidad el comportamiento no verbal de las personas con las que interactuamos. Además, el grado en que imitamos a los demás se predice tanto por nuestros rasgos de personalidad como por nuestra relación con quienes nos rodean. En resumen, cuanto más empáticos somos, más imitamos, y cuanto más nos gustan las personas con las que interactuamos, más imitamos. La relación entre nuestros cuerpos revela algo sobre la relación entre nuestras mentes.
La mayor parte de esta investigación ha recurrido a ingeniosas manipulaciones experimentales con actores ayudantes de investigación. El actor cruza las piernas y espera a ver si el participante también las cruza. Si es así, hemos encontrado mimetismo, y ahora podemos comparar la presencia de mimetismo con autoinformes de, por ejemplo, agrado y cercanía interpersonal para ver si existe una relación. Sin embargo, ha sido mucho más difícil encontrar pruebas más naturalistas de este fenómeno. Es decir, ¿hasta qué punto observamos este tipo de interacción no verbal en el mundo real y hasta qué punto revela las mismas propiedades de las mentes que parecen ser ciertas en el laboratorio?