Depresión en personas mayores: Tratamientos e intervención familiar
El 80% de los adultos mayores tienen una o más condiciones crónicas de salud, y el 50% de los adultos mayores están lidiando con al menos dos condiciones crónicas de salud. Dado que la depresión es más común entre las personas que padecen otras enfermedades o experimentan limitaciones funcionales, los adultos mayores son especialmente vulnerables y tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión. Las personas mayores que sufren aislamiento y soledad también son más propensas a padecer depresión.
Lamentablemente, muchos adultos mayores que simplemente aprenden a lidiar con sentimientos de tristeza, aislamiento, fatiga y disminución de la energía, dificultad para concentrarse, insomnio o sueño excesivo, cambios en el apetito y otros síntomas pierden la oportunidad de recibir tratamiento y sentirse mejor. Con un tratamiento adecuado, los adultos mayores pueden controlar su depresión y recuperar su calidad de vida.
¿Cuál es la causa más frecuente de depresión en las personas mayores?
La muerte de amigos, familiares y mascotas, o la pérdida de un cónyuge o pareja son causas frecuentes de depresión en los adultos mayores.
¿Cuáles son las consecuencias de la depresión en las personas mayores?
La depresión tardía no tratada puede provocar una disminución de la calidad de vida, de la capacidad para realizar actividades de autocuidado, menos interacciones sociales y mayores necesidades de atención sanitaria.
Depresión en la vejez
Pero la depresión, como muchas otras dolencias, suele manifestarse de forma diferente en los ancianos que en los jóvenes. Por ejemplo, una persona mayor deprimida no se siente necesariamente triste, sino que puede quejarse de falta de energía y atribuir los síntomas a la edad. Y eso puede dificultar la detección de la depresión por parte de médicos, seres queridos y las propias personas mayores. El hecho de que ciertos medicamentos y enfermedades médicas puedan provocar depresión -o imitarla- también complica las cosas, por lo que es difícil saber cuándo buscar ayuda crucial.
Cuando una persona mayor padece una depresión no tratada, puede perder el interés por actividades que antes le interesaban y alejarse de la interacción social y las actividades físicas, lo que puede acabar provocando una pérdida de funcionalidad.
Depresión en la tercera edad
La depresión es común en toda la población, y las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir factores coadyuvantes, como enfermedades físicas o pérdidas personales. Se cree que entre el 10 y el 15 por ciento de las personas mayores sufren depresión y alrededor del 10 por ciento ansiedad.
Las personas mayores son también más reacias a compartir sus experiencias de ansiedad y depresión con otras personas, ignorando a menudo los síntomas durante largos periodos de tiempo y buscando ayuda profesional sólo cuando la situación llega a un punto crítico.