Cómo mejorar la memoria selectiva
¿Por qué es útil la memoria selectiva? No todo lo que duele puede desaparecer por arte de magia. Como decíamos antes, la ciencia ha demostrado que es posible entrenar nuestra mente para olvidar momentos desagradables.El psicólogo Gerd Thomas Waldhauser de la Universidad de Lund en Suecia realizó una investigación en la que descubrió que gracias a la memoria selectiva podemos entrenar nuestra mente para olvidar sucesos difíciles. La investigación confirma que cuanto más tiempo intentamos olvidar un recuerdo, más difícil es recuperarlo. Es decir, si ocultáramos durante décadas el dolor que sufrimos por la pérdida de un familiar, sería prácticamente imposible recordar las palabras que oímos durante su funeral. Esta estrategia es muy útil para personas con síntomas de depresión o trastorno de estrés postraumático.A veces, superar el pasado no es una opción. Es la única manera de afrontar el futuro de forma saludable. Reprimir los recuerdos que nos hacen daño es el mayor uso de nuestra memoria selectiva. La posibilidad de suprimir deliberadamente aquellos recuerdos que nos agobian o que son la causa directa de muchos sufrimientos psicológicos, es un camino que la psicología ha comenzado a utilizar, y no sólo a través de la hipnosis. La memoria siempre será selectiva porque está ligada a nuestras emociones. Pero, ¿recordamos lo que queremos o lo que quiere nuestra memoria?
¿Cómo se denomina la memoria selectiva?
La amnesia selectiva es un tipo de amnesia en la que la persona que la padece sólo pierde determinadas partes de su memoria. Los elementos comunes que pueden olvidarse son las relaciones, el lugar de residencia y ciertas habilidades y talentos especiales (por ejemplo, hacer malabares, silbar, talentos instrumentales, etc.).
¿Es normal tener memoria selectiva?
Hasta cierto punto, cada persona tiene su grado de “memoria selectiva”. Al fin y al cabo, los recuerdos no son nítidos; no son blanco o negro.
Cuáles son las causas de la memoria selectiva
La amnesia selectiva es un tipo de amnesia en la que la persona que la padece sólo pierde determinadas partes de su memoria. Los elementos comunes que pueden olvidarse son las relaciones, el lugar de residencia y ciertas habilidades y talentos especiales (por ejemplo, hacer malabares, silbar, talentos instrumentales, etc.).
Las personas pueden ser más susceptibles a la amnesia hipnótica si las palabras que se les pide que olviden (o recuerden) tienen connotaciones emocionales significativas[1] Clemes (1964) fue capaz de identificar las palabras críticas de los participantes -palabras vinculadas a conflictos internos- y las palabras neutras -palabras no vinculadas a conflictos internos-. A continuación, sometió a los participantes a hipnosis y les enumeró nueve palabras críticas y nueve neutras. A continuación, y bajo los efectos de la hipnosis, se pidió a los participantes que olvidaran la mitad de las palabras que se les habían dado. Comprobaron que los participantes son más propensos a olvidar las palabras críticas que las neutras[1]. Sin embargo, un estudio de replicación realizado por Stam y sus colegas (1980) no consiguió replicar estos resultados, lo que sugiere que estas conclusiones pueden no ser válidas[2].
Tipos de memoria selectiva
La amnesia selectiva es un tipo de amnesia en la que la persona que la padece sólo pierde determinadas partes de su memoria. Los elementos comunes que pueden olvidarse son las relaciones, el lugar de residencia y ciertas habilidades y talentos especiales (por ejemplo, hacer malabares, silbar, talentos instrumentales, etc.).
Las personas pueden ser más susceptibles a la amnesia hipnótica si las palabras que se les pide que olviden (o recuerden) tienen connotaciones emocionales significativas[1] Clemes (1964) fue capaz de identificar las palabras críticas de los participantes -palabras vinculadas a conflictos internos- y las palabras neutras -palabras no vinculadas a conflictos internos-. A continuación, sometió a los participantes a hipnosis y les enumeró nueve palabras críticas y nueve neutras. A continuación, y bajo los efectos de la hipnosis, se pidió a los participantes que olvidaran la mitad de las palabras que se les habían dado. Comprobaron que los participantes son más propensos a olvidar las palabras críticas que las neutras[1]. Sin embargo, un estudio de replicación realizado por Stam y sus colegas (1980) no consiguió replicar estos resultados, lo que sugiere que estas conclusiones pueden no ser válidas[2].
Narcisismo selectivo de la memoria
¿Cuántas veces has olvidado dónde dejaste las llaves? ¿Y tu amigo, que siempre parece inventarse sucesos que nunca ocurrieron? ¿Le cuesta recordar el nombre de alguien? No se preocupe, no es el único. Nuestra memoria dista mucho de ser perfecta, y el efecto del sesgo de memoria no ayuda.
Un sesgo de memoria es un sesgo cognitivo que perjudica o mejora el recuerdo de una memoria al alterar el contenido de lo que recordamos. Estas distorsiones de la memoria demuestran que los recuerdos no se almacenan como réplicas exactas de la realidad. Como explica el psicólogo cognitivo Gordon Bower, nuestros recuerdos se reconstruyen al recordarlos. Este proceso los hace propensos a manipulaciones y errores.
“La mayoría de la gente, probablemente, tiene dudas sobre ciertos asuntos atribuidos a su pasado. Puede que los hayan visto, que los hayan dicho, que los hayan hecho, o puede que sólo hayan soñado o imaginado que lo hicieron”. – William James.
Técnicamente hablando, el sesgo de memoria es un conjunto de docenas de sesgos cognitivos. Algunas formas de sesgo de memoria pueden ser positivas -por ejemplo, protegernos de recuerdos hirientes-, mientras que otras pueden ser negativas, como cuando basamos nuestras decisiones en la información más reciente en lugar de en la más relevante.