Remedios caseros para la hipersexualidad
De la misma forma que se cura cualquier tipo de adicción: con asesoramiento, terapia de grupo y, en algunos casos, medicación. No encontrará una entrada para la “adicción sexual” en el DSM-IV, el manual estándar de trastornos mentales. De hecho, existe cierta controversia sobre si “adicción” es la mejor terminología para lo que podría ser simplemente un deseo sexual naturalmente aumentado. Pero muchos médicos lo describen en los mismos términos que una dependencia química: Al igual que los drogadictos, los adictos al sexo muestran un comportamiento creciente, síntomas de abstinencia y una incapacidad para dejarlo a pesar de las consecuencias adversas. El pensamiento autoengañoso y la negación (por ejemplo, “no tuve relaciones sexuales con esa mujer”) pueden desempeñar un papel, a menudo acompañados de sentimientos de vergüenza. Tener mucho sexo no es el único síntoma. Mirar mucho porno también cuenta, al igual que actuar con parejas anónimas o masturbarse en exceso. (¿Te suena? Averigua si eres adicto al sexo aquí).
Los tratamientos de la adicción al sexo, como los de las drogas y el alcohol, son diversos, y los expertos difieren sobre cuál funciona mejor. Los psicólogos pueden tratar a un adicto al sexo con una terapia cognitivo-conductual que se centra en los procesos mentales que conducen a la adicción, o con un enfoque psicodinámico que examina las causas subyacentes, como traumas infantiles y sentimientos de abandono de larga duración. (Un británico afirmó recientemente que se hizo adicto tras sufrir un traumatismo craneal). Las organizaciones para personas con adicciones sexuales -Sexahólicos Anónimos, Adictos al Sexo Anónimos y Adictos al Sexo y al Amor Anónimos, por nombrar algunas- ofrecen sesiones voluntarias en todo el país y suelen incluir programas de 12 pasos inspirados en el modelo de Alcohólicos Anónimos. Algunos tratamientos también tienen un componente religioso: Un artículo del Washington Post del año 2000 afirmaba que Bill Clinton recibía semanalmente “sesiones de terapia pastoral”.
¿Cómo recuperarse de la hipersexualidad?
Los posibles tratamientos de la adicción al sexo y la hipersexualidad incluyen una combinación de autoayuda, tratamiento psicológico y, a veces, medicación. El objetivo del tratamiento es ayudarle a controlar los impulsos sexuales y reducir los comportamientos excesivos, manteniendo al mismo tiempo unas actividades sexuales sanas.
¿Puede desaparecer la hipersexualidad?
¿Cómo tratar la hipersexualidad? La hipersexualidad con trastorno bipolar no es una afección o problema separado que necesite su propio tratamiento: es un síntoma del trastorno bipolar. Una vez que la afección se trata con éxito y los cambios de humor y los síntomas están bajo control, esos sentimientos hipersexuales se disiparán.
¿Qué parte del cerebro provoca la hipersexualidad?
Las amígdalas. Los resultados de estudios con animales han demostrado claramente que, dentro del lóbulo temporal, la amígdala es la estructura fundamental en la mediación del comportamiento sexual. Un estudio reciente ha examinado directamente el papel de la amígdala en el funcionamiento sexual humano.
Hipersexualidad bipolar
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La hipersexualidad también se conoce como trastorno de conducta sexual compulsiva o, más comúnmente, adicción al sexo. Cuando una persona tiene una fijación obsesiva por el sexo, los actos sexuales y las fantasías sexuales, puede ser hipersexual.
Esta fijación suele ser tan grave que puede alterar el funcionamiento diario de la persona. Algunas investigaciones muestran que entre el 3% y el 6% de las personas padecen algún tipo de trastorno de adicción sexual o trastornos relacionados, y que esta afección afecta predominantemente a los hombres.
Las personas con hipersexualidad pueden mostrar una serie de conductas sexuales problemáticas como consumir contenidos pornográficos en exceso, masturbarse en exceso o mantener relaciones sexuales con un gran número de parejas. La falta de reconocimiento de la hipersexualidad como trastorno mental ha hecho que muchas personas vivan con esta afección sin un diagnóstico oficial.
Ninfomanía wikipedia
La ninfomanía es un trastorno mental con un comportamiento sexual compulsivo. Las compulsiones son acciones no deseadas, o rituales, que una persona realiza repetidamente sin obtener placer de ellas o sin poder controlarlas. En el caso de la ninfomanía, las personas llevan a cabo sus compulsiones mediante comportamientos de riesgo, como la promiscuidad. A menudo se debate en la comunidad médica si la ninfomanía es o no una verdadera enfermedad mental, pero las pruebas sugieren que el comportamiento sexual compulsivo es una enfermedad real y grave.
El comportamiento sexual compulsivo puede darse tanto en hombres como en mujeres, aunque puede ser más frecuente en los hombres. También puede afectar a cualquier persona, independientemente de su orientación sexual. Los factores que pueden aumentar el riesgo de comportamiento sexual compulsivo incluyen:
Test de hipersexualidad
No se encontraron ensayos controlados aleatorios (ECA) que evalúen el uso de la fluoxetina en el tratamiento de la hipersexualidad, ni estudios que comparen la fluoxetina con cualquiera de los tratamientos hormonales autorizados para tratar la hipersexualidad. Las pruebas limitadas de 3 estudios observacionales pequeños a corto plazo indican que la fluoxetina puede mejorar algunas mediciones de la hipersexualidad y la preocupación sexual en hombres que han sido condenados por un delito sexual o que tienen una parafilia o una adicción sexual no parafílica. Sin embargo, estos estudios presentaban una serie de limitaciones que dificultan la extracción de conclusiones sobre el uso de la fluoxetina para esta indicación.
Situación reglamentaria: off-label. Se dio prioridad a este tema debido al potencial de variación en la práctica y porque existe incertidumbre sobre el equilibrio de riesgos y beneficios de la fluoxetina para el tratamiento de la hipersexualidad.
La hipersexualidad es una preocupación o indulgencia inusual o excesiva por la actividad sexual. A veces, la hipersexualidad está asociada a una enfermedad, como la demencia, o es un efecto adverso del tratamiento farmacológico, por ejemplo en la enfermedad de Parkinson.