Siempre acabo sin hacer nada

Para abreviar, nunca se tienen suficientes cosas preparadas para entretenerse si uno se queda encerrado en casa. Al fin y al cabo, la fiebre del aislamiento no es nada divertida. Pero basta un cambio de actitud. El mundo exterior es precioso.

Muchas personas experimentan momentos en los que simplemente no tienen ganas de hacer nada. A veces, esto puede ser una señal de que algo está mal. Esta sensación puede ser el resultado de una depresión, una enfermedad mental o simplemente el resultado de una etapa difícil en la vida.

Puede ser difícil para alguien que siente esta apatía tener la motivación necesaria para salir de la situación. Algunas cosas que se recomiendan para combatir esta sensación son hacer algo creativo, como escribir, pintar o escuchar música. También se recomienda hacer ejercicio, ya que libera endorfinas que ayudan a mejorar el estado de ánimo. Practicar técnicas de relajación, como yoga o meditación, también puede ser útil. En última instancia, si esta sensación persiste, es importante buscar ayuda profesional para tratar cualquier enfermedad mental subyacente.

 

¿Por qué no hago nada cuando tengo mucho que hacer?

Tenemos una tendencia natural a alejarnos de las cosas desagradables. El estrés experimentado por tener demasiadas cosas que hacer es algo que podemos querer alejar para evitar emociones desagradables. No es la tarea lo que estás ignorando; estás evitando la emoción incómoda.

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¿Es normal no hacer nada en todo el día?

La sociedad lo acepta como normal. Pero normal no siempre es sinónimo de saludable. Si te has acostumbrado a estar siempre ocupado, la idea de tomarte un día para no hacer nada puede darte escalofríos.

Siempre siento que tengo mucho que hacer

Sin embargo, hay otro tipo de “no hacer nada” que conlleva muchas emociones negativas, como vergüenza, culpa, preocupación, ansiedad y agobio. Es cuando sabes que tienes cosas que hacer, pero no las haces.

Es muy fácil no hacer nada si no tienes claro cuáles son tus tareas. Escribe exactamente lo que tienes que hacer. Podría ser: limpiar todas las habitaciones de la casa, o un proyecto para el trabajo, etc. O hacer una lista de 20 recados. Escribirlo todo te obliga a ser preciso y, además, te ayuda a despejar la mente.

Si te sientes abrumado, coge papel y boli y haz una lluvia de ideas con una lista de acciones que debes emprender. Puede que no conozcas TODAS las acciones necesarias para completar la tarea. Sin embargo, sabrás lo suficiente para empezar. Si una de las acciones te sigue pareciendo abrumadora, divídela en pasos aún más pequeños.

Mucho que hacer y no saber por dónde empezar

Muchas personas se sienten abrumadas cuando tienen muchas cosas que hacer y no tienen ganas de hacerlas. Esta sensación puede ser el resultado del estrés, la ansiedad o el agotamiento. Cuando esta sensación afecta a alguien, puede ser difícil para ellos tener la motivación para iniciar cualquier trabajo.

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Algunas estrategias que se recomiendan para combatir esta sensación incluyen hacer una lista de tareas y priorizarlas para asegurarse de que se está trabajando en las cosas más importantes primero. También puede ser útil llevar un registro de los logros que se han realizado para motivarse a seguir avanzando.

Desarrollar una buena rutina también puede ser útil para establecer los horarios de trabajo y proporcionar una sensación de control. Establecer metas alcanzables también puede ayudar a aumentar la motivación. Finalmente, se recomienda tratar de encontrar algo que pueda hacerse de forma divertida para motivarse y lograr la energía necesaria para trabajar en las cosas aburridas.

Una forma de mantenerse motivado para tener que hacer cosas que no quiere es recordar los resultados positivos que se obtendrán al completar la tarea. Por ejemplo, si tiene que limpiar su casa, puede recordar lo bien que se sentirá al ver un lugar limpio y ordenado. Si tiene que estudiar para un examen, puede recordar que el esfuerzo valdrá la pena cuando obtenga una buena nota. Enfocarse en los resultados positivos puede ayudar a mantener una actitud positiva y motivar a seguir adelante.

También es importante recordar que uno no tiene que hacer todo a la vez. Si hay demasiadas tareas, dividirlas en partes más pequeñas puede ayudar a gestionar mejor el tiempo y reducir la sensación de estar abrumado. Tomar descansos regulares también puede ser útil para mantenerse motivado. Además, trabajar con alguien más para completar un proyecto puede proporcionar una sensación de camaradería y hacer que el trabajo sea más placentero.

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Por Anna

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