Una forma educada de decir que no
Muchas personas dudan en decir que no, incluso cuando están estresadas, sobrecargadas de trabajo y demasiado ocupadas para ocuparse de otra cosa. Si a usted le cuesta, no es el único. Pero es importante aprender a decir que no a la gente y a sus peticiones. Ser incapaz de hacerlo puede contribuir a aumentar el estrés, que a la larga puede convertirse en resentimiento.
Afortunadamente, puedes aprender a decir que no a la gente sin herir susceptibilidades ni deteriorar tus relaciones. Este artículo analiza algunas estrategias que puede utilizar para establecer límites, proteger su tiempo personal y decir no más a menudo.
Una forma importante de reducir tu agenda es aprender a decir que no a nuevos compromisos. Entonces, ¿por qué puede ser tan difícil el simple hecho de no asumir más de lo que puedes manejar? Las experiencias pasadas y el miedo al futuro pueden influir.
Rechazar amablemente la solicitud
A veces nos enfrentamos a situaciones en las que tenemos que decir que no a algo. A menudo, tu familia, amigos, jefes y compañeros te ponen en una situación incómoda cuando te piden algo que esperan de ti, que no quieres hacer y decir que no es una opción.
No quieres herir los sentimientos de la gente ni ofenderla, ya que esto puede afectar a futuras relaciones, pero sabes que por tu propio bien tienes que decir que no. Hay formas de decir que no que puedes utilizar y que te sacan de la situación con elegancia a la vez que preservan tu relación.
Decir no educadamente
Independientemente de los motivos, aprender a decir no es una habilidad importante para la salud y el bienestar personal. Nuestro tiempo y nuestra energía son recursos preciosos que debemos utilizar con prudencia. Y eso significa que no podemos hacerlo todo.
Para algunos adultos, la incapacidad de decir no proviene de la infancia. Desde pequeños, a los niños se les enseña a ser educados y comunicativos. Si un padre o un profesor pedía a un niño que hiciera algo, decir que no se interpretaba como una forma de respuesta. En algunos casos, negarse a un adulto significaba un castigo o un refuerzo negativo.
Sin embargo, esto puede causar problemas de comunicación y autoafirmación. Ser educado en la creencia de que decir no es malo dificulta que los niños comuniquen sus preferencias. Para algunos, esta incapacidad para hablar por sí mismos continúa en la edad adulta.
Debido a estos sentimientos, evitas decir que no a los demás. Temes que piensen que eres incapaz de desempeñar tus funciones y responsabilidades. También puede resultarle difícil decirse que no a sí mismo. Sientes constantemente que tienes que decir que sí para demostrarte a ti mismo que puedes hacer tu trabajo.